martes, agosto 30, 2005

Nuestra pinche idiosincracia mexicana.
Diariamente me enfrento a las actitudes características del mexicano: el que busca un conocido o una "palanca" en las oficinas de gobierno par agilizar un trámite; el que dialoga con el agente de vialidad para lograr "arreglarse" sin pagar una multa; el que se pasa los altos aunque con precaución. De entre todas estas escenas una que me molesta sobremanera es la que veo diariamente camino al trabajo:
Resulta que en una de las pricipales avenidas de la ciudad están construyendo un puente. Las obras obligan a disminuir la vialidad de tres a un carril, obvio es el caos que se genera en el lugar, sobre todo en las horas pico. Del hecho lo más lamentable es la gran cantidad de conductores que deciden no respetar la linea y tratan de ahorrarse la mayor cantidad posible de tiempo. Temerariamente se lanzan al principio de la fila y se meten cual judiciales valemadristas.
Ni siquiera me interes saber los motivos, lo que me queda claro es que esa actitud sólo demustra las ganas de pasarse a los demás por el arco del triunfo. Es resultado de sentirse superior a los otros. Es una muestra de que en México cada quien busca su beneficio sin importarle a quien pisa.
Me molesta por que yo sí me levanto temprano. Me molesta porque yo sí respeto el lugar de los demás.
En ocasiones hay agentes de vialidad en el area. !Qué rápido se avanza cuando todos se forman! Pero cuando llegan los abusones aquello se vuelve un concierto de arrancones, pitidos y mentadas de madre.
Pinches abusones hasta a mí, generalmente tranquilo, me hacen despotricar.